Hoy al ver a mis hijos me doy cuenta de lo rápido que pasa el tiempo.... si, ya sé que es una frase trillada y que muchos la usan todos los días. Pero creo que solamente entiendes su significado cuando puedes percibir el paso del tiempo (del tiempo de tu vida) y que haces conciencia que ese tiempo no regresará.
Creo que es en ese punto cuando comenzamos a entender lo que nuestros padres nos quisieron decir (cuánta razón tenía mi madre) por mucho tiempo pero que simplemente no estábamos preparados para entender. Escucho a mi hijo adolescente y dentro de la charla puedo darme cuenta que por mucho que me esfuerce el no podrá ver la vida como la veo, no por nada le llevo dos décadas de experiencia; y no por falta de inteligencia o razonamiento sino por el simple hecho de que le hace falta vivir un poco más.
Este "despertar" sucede en la mayoría de las personas (digo en la mayoría porque he conocido algunas que nomás no), cuando logras apreciar ese tiempo corto, precioso y tan valioso de vida que tenemos. Haces conciencia de tu mortalidad y que de lo efímero que es tu tiempo dentro del transcurso de la historia. No se preocupen, no se trata de ponernos dramáticos... Más bien creo que debería de existir una forma de transmitir ésta información a las nuevas generaciones para que puedan apreciar su vida en esos años de juventud en los que todos pensamos que nos quedaremos para siempre. Y no es que me sienta vieja, pero siento que de aquí en adelante no puedo darme el lujo de desperdiciar mi tiempo en miedos, sufrimientos vanos o infelicidades autoprovocadas. La vida de por si tiene muchas dificultades, es dura y es complicada, así que no pretendo complicarla más.
Mientras más tiempo pasa, más aprecio el hecho de una vida "sencilla" que te permita detener los instantes que valen la pena de la vida, y guardarlas en fotografías mentales que sirvan siempre que se desee regresar a los momentos felices. Mientras más sencilla es nuestra vida, más podemos disfrutarla y disfrutar el roce de otras vidas en nuestro camino.
Hago un recorrido mental por mis recuerdos y vienen muchas imágenes que logran recordarme que mi vida ha sido rica, en experiencias, alegrías, tristezas, risas, lagrimas, miedos, ansiedades, cobardías, egoísmos, en fin.... He vivido!!!
Volteo a ver el rostro de mi hija de cuatro años, tratando de guardar esa imagen en mi mente; deseando poder congelar este instante con la conciencia que ella tendrá que crecer y que este instante solo quedará ahí: en mi recuerdo.